La exposición de la pediatra Natalia Hermida es de interés para el personal de salud en contacto directo con lactancia, y también para quienes tienen nuevo/a integrante en el hogar. Comunicaciones de ASSE dialogó con la profesional.
Si bien la actividad, organizada por la Dirección de Salud de Niñez y Adolescencia, estaba prevista para personal en contacto con lactancia, la exposición de la pediatra Natalia Hermida es útil para las familias que están con nuevo/a integrante en el hogar, para que no se alarme si el pequeño/a no tiene el aumento de peso que la familia espera o imagina: "Anteriormente, lo que se pretendía era que un recién nacido aumentara entre 20 y 30 gramos al día. Esos conceptos ya vimos que son anticuados, que hay unas pérdidas de peso esperables para los niños, dependiendo de si nacieron por parto o por cesárea y de qué forma son alimentados. Ese peso se sigue perdiendo incluso hasta los diez días después del nacimiento; la ganancia de peso es posterior y es más lenta. Lo que queremos es que los niños crezcan saludablemente y eso no significa ni mucho ni rápido, sino que significa acompañar una curva de crecimiento que está dada por la lactancia materna", sostiene Hermida.
La pediatra informa que el recién nacido alimentado con leche humana pierde más peso y demora más en recuperar el peso que tenía al nacer, en cambio el niño alimentado con biberón crece más rápido, "pero ese crecimiento del lactante alimentado con leche humana es de mejor calidad, es el óptimo crecimiento que un lactante puede tener, porque la leche humana es el mejor alimento que un lactante puede recibir, es un alimento hecho a medida".
Consultada sobre otras particularidades a tener en cuenta de los recién nacidos alimentados con leche humana, Hermida indicó: "En cuanto a evaluar si está siendo correctamente alimentado, es la cantidad de orinas y la cantidad de cacas y qué características tienen estas al día. O sea, se espera que las orinas vayan aumentando, el primer día de vida orinan una sola vez y hacia el cuarto, quinto día de vida necesitamos que moje seis pañales, dijo, agregando: "Algo parecido pasa con las deposiciones: los primeros tres días son esas deposiciones meconiales, negras alquitrán, pegajosas, pastosas, que nadie quiere hacerse cargo de limpiar. Del tercer al quinto día, esas deposiciones son de transición, ya son verdosas, menos pegajosas. Y hacia el quinto día de vida tienen que tener la deposición característica del lactante alimentado a pecho, que es abundante, media líquida, con grumos amarilla oro. Eso es habitual en un recién nacido alimentado a pecho, que se alimenta de forma correcta", concluyó.