El Hospital de Las Piedras atiende a una población de sesenta y cinco mil personas. Desde que asumió la nueva dirección, bajaron las demandas en espera, mejoró el funcionamiento de Urgencia y aumentó la compra de medicación sin quiebre de stock. De las condiciones actuales y de los desafíos, habló el director Horacio Camps.
El Hospital de Las Piedras se inauguró en el año 1998, pero poco tiene que ver lo que eran aquellas instalaciones básicas a esta construcción de hoy. En el año 2005, se le puso el nombre ‘Dr. Alfonso Espínola’, y desde el año 2021 cuenta con centro de Tratamiento Intensivo (CTI).
El territorio de influencia es extenso y va desde La Paz hasta Progreso, Cerrillos, Canelón chico, figurando unos sesenta y cinco mil usuarios en el padrón asistencial.
El doctor Horacio Camps, director del hospital, y su equipo asumieron en abril de este 2025 y, según dijo, comenzaron a trabajar de manera inmediata con la demanda en espera en cuanto a especialidades, ya que el primer nivel (medicina familiar y general) corresponde a la RAP de Canelones, con la que el hospital trabaja en conjunto, teniendo en cuenta que se trata de la misma población usuaria: "Nosotros estamos en el tercer nivel de atención. Tenemos policlínicas de especialidades en ginecología, cirugía, cirugía plástica, otorrino, cirugía maxilofacial, nefrología, cardiología". Eso implica que cuando se llega a una consulta en el hospital, la persona ya cuenta con la paraclínica mínima necesaria. "En relación a la traumatología, nosotros somos el centro de referencia de todo Canelones. Acá se realiza toda la cirugía traumatológica de la región, incluso estamos trayendo pacientes de fuera del departamento", agregó el director.
El servicio de cuidados moderados, con un total de sesenta camas entre las de adultos, pediatría, cirugía y ginecología, está quedando chico. Camps dice que un promedio de internación de once días, se ha logrado bajar a nueve: "Esto hace que mejore la estadía en la urgencia, porque el ingreso se gestiona más rápido, y que disminuya la cantidad de infecciones o complicaciones intrahospitalarias, que tiene el usuario que queda ingresado, a veces, por días extras", indicó.
Especial atención
Otro punto a destacar, y de orgullo, es el nivel del laboratorio clínico "que es excelente". En los últimos tiempos ha tomado notoriedad el aumento de enfermedades de transmisión sexual en embarazadas: "Como estrategia, frente a los resultados positivos de diagnóstico de enfermedad de transmisión sexual en el embarazo, se depura el padrón y se trabaja con esas usuarias. Las que corresponden al hospital se las cita para la consulta con ginecología y se inicia el tratamiento, y las pacientes que se asisten en la RAP serán atendidas por la obstetro partera o con algún ginecólogo. O sea, desde el primer nivel también se aborda el tratamiento. La idea es llegar y disminuir las enfermedades, las infecciones en el nacimiento, que es lo que vamos a evaluar más adelante con esta estrategia que hace unos meses que se empezó a implementar".
Los cuidados paliativos son otro foco de atención de esta nueva gestión: "Estamos con un servicio de cuidados paliativos que se empezó muy modestamente y al día de hoy setenta y siete usuarios. [Funciona] con un equipo que hace una visita domiciliaria. [Está compuesto por] dos médicos, auxiliar de enfermería y una licenciada", sostiene.
Sobre medicamentos, estudios, traslados y ola de frío
Un tema de vital importancia para el prestador de salud, es el relativo a los medicamentos y, obviamente, en el hospital pedrense a la cantidad de usuarios, se le debe sumar la logística: Se está trabajando mucho en eso. Nosotros también compramos medicación para la RAP, para la región oeste. Proveemos a cinco farmacias: la de La Paz, La Paz del Centro Auxiliar, 18 de mayo y Progreso, más el despacho de medicamentos nuestro", aclaró Camps, agregando: "Se está trabajando mucho en ese sentido, se mejoró la compra, no hemos tenido quiebre de stock y se está analizando ahora la demanda, con números concretos de la demanda insatisfecha, lo que permitirá mejorar la compra de esos fármacos".
"Algo fundamental es que nosotros tenemos un alto costo en estudios y traslados. Por ejemplo, la imagenología: las tomografías nos llevan un alto costo porque es un costo doble ya que las realizamos al Montevideo, o con prestador privado de la zona. Eso lleva a que tenemos que pagar el traslado y un traslado especializado tiene un costo mayor a uno común", explicó Camps, quien dijo que por esa razón se elaboró un proyecto, que ya está aprobado, para la adquisición de un tomógrafo, algo fundamental para un centro con CTI y con una urgencia que asiste a casi doscientos pacientes al día, entre adultos y pediatría.
En relación con el trabajo en urgencias y la ola de frío, el director explicó que el Hospital de Las Piedras hace un trabajo conjunto con al Intendencia de Canelones dando apoyo a los refugios de la zona: "Realizamos pesquisas de enfermedades de transmisión sexual y de tuberculosis, para ya hacer un abordaje. También ayudamos a insertarlos al sistema. Hemos encontrado usuarios que estaban sin cédula y sin atención médica desde hacía mucho", sostiene.
Proyectos: futuro con mirada en el presente
En lo que ha demanda quirúrgica respecta, el hospital cuenta "con una demanda alta a la que estamos dando respuesta con un block que es chico para las necesidades que tenemos". Por eso es que, dentro de los proyectos, está la construcción de un nuevo block, hacer dos salas más y un centro de esterilización.
Donde está la urgencia vieja, hay un espacio subutilizado que Camps y su equipo quieren transformar en un hospital de día "para que los usuarios que se están haciendo tratamientos oncológicos en Montevideo, puedan abordarse acá".
Antes de retirarnos, aún queda hablar de un proyecto más. Estábamos recorriendo el área de lo que antes se conocía como "sala de partos", y ahora se popularizó como "salas de nacer", quizá porque la camilla, antes rígida, ahora se articula y se acomoda para el parto. Una de las dos salas estaba de puerta abierta; la otra, cerrada. Entonces alguien salió, pero alguna persona que allí estaba con la parturienta, daba su aliento: "Muy bien", decía. La puerta se cerró y no llegué a escuchar más, solo a Camps estaba hablando sobre la necesidad de "dar un crecimiento en neonatología" porque "no se cuenta con neonatología pública en el departamento de Canelones", entonces se debe recurrir al sector privado: "Creemos que el hospital tiene la posibilidad de brindar esa cobertura a los usuarios de la zona y de la región".
Desde la "sala de nacer" el llanto de una nueva persona usuaria nos hizo sonreír.
En el año 2005, y con el antecedente de un proyecto de ley enviado por el presidente Jorge Batlle en el año 2002, se decide llamar ‘Dr. Alfonso Espínola’ a lo que era el ‘hospital de Las Piedras’ a secas. Espínola fue un médico que nació en la isla canaria de Lanzarote, en 1845. Treinta y tres años más tarde, en 1878, se mudaría a Montevideo, y a los pocos meses, eligió Las Piedras como su lugar de residencia y trabajo. Se había enterado que esa ciudad, situada en un departamento de fuertes raíces canarias (tanto que compartía gentilicio con los allí nacidos), no tenía médico. A pesar de que Uruguay contaba con la vacuna antivariólica desde el año 1805, la viruela campeaba entre la población, y en 1881, un brote sacudió al país. Espínola, consciente del poder infeccioso del virus, armó campamento durante quince días cerca de la plaza de Las Piedras, desde donde atendía a los enfermos. Eso afianzó la relación del médico con la población. Años más tarde se mudaría con su familia a la ciudad de San José, donde también ejerció su profesión con la misma pasión que ya se le conocía. También fue profesor de historia y, por eso, el liceo N°1 de San José lleva su nombre. |