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El Hospital Maciel resplandece con la muestra de Jorge Vidart: Héroes invisibles inmortalizados en sus fotografías

El miércoles 19 de diciembre, quedó inaugurada en el Hospital Maciel, la muestra fotográfica "Diálogo Oriental. TRI-X: Introspectivo", de Jorge Vidart, el Bocha, como le decían sus amigos (Sauce 1950-Montevideo 2018). En un ambiente de fraternidad, autoridades de ASSE y del Hospital, funcionarios, usuarios, amigos y familiares, participaron de esta instancia que tuvo s la impronta de un cálido, fraternal y emotivo homenaje, y que contó con la presencia de la compañera de vida del artista, Carolina Oddone. Esta exposición, se organizó en conjunto con el Centro de Fotografía de la Intendencia de Montevideo. Se puede visitar en el patio del brocal y el corredor de entrada del Hospital.

La exposición es una selección de fotografías, y se presenta como homenaje al artista, que el 6 de agosto de 2018, falleció en las instalaciones del Hospital que hoy alberga esta muestra, curada por Pablo Bielli, y que se centra en la obra de Jorge Bocha Vidart en tres ejes: el interior profundo y Montevideo, retratos en Barrio Jara, Asunción, y una serie de fotografías intervenidas.

Las fotografías están hechas con la clásica película Tri-X que marcó a una generación de fotógrafos y la cual Vidart utilizaba en la mayoría de sus trabajos.

"Entrar acá y ver las fotos de Jorge, me reconcilia con este lugar, porque pasé muchos días aquí angustiada por su enfermedad (...) Él se fue con la idea de que sus fotos iban a ser expuestas en el Hospital", expresó Carolina Odonne.

"Quiero agradecer a ASSE, al Dr. Marcos Carámbula, al Dr. Álvaro Villar, a Pablo Bielli que desde un principio me dijo vamos para adelante, y al Centro de Fotografía, porque sin el mismo todo esto no habría podido hacerse realidad. Un agradecimiento muy especial a todo el equipo humano del Hospital. Nosotros ingresamos un domingo, estuvimos casi quince días, y realmente tuvimos muy buena atención tanto desde la parte médica como del soporte psicológico, porque el caso de Jorge era terminal (...) La idea es que Jorge siga a través de su obra", manifestó su esposa.

En tanto, el Dr. Marcos Carámbula, dijo lo siguiente: "Nos emociona mucho esta muestra. Hace muy bien el Centro Fotográfico de Montevideo en rescatar la obra de Jorge, que fue un fotógrafo extraordinario".

"Soy amigo de Jorge desde la infancia, de sueños adolescentes compartidos, de militancias, de generación comprometida (...) Su fotografía expresa su calidad humana, y me une a Jorge un afecto entrañable. Un hombre de gran bondad, muy solidario, muy fraterno, con mucha sensibilidad, muy amigo de sus amigos... Sería para hablar tanto.. (...) Esta muestra, es una apertura hacia la vida de Jorge", resaltó Carámbula.

El Dr. Álvaro Villar, expresó que la muestra, representa "un ida y vuelta: está muy bueno que los pacientes nos dejen estas cosas. Muchas gracias", dijo.

Participaron asimismo de la inauguración de la muestra, que tiene carácter itinerante, la Vicepresidenta de ASSE, Marlene Sica, el Gerente General, Alarico Rodríguez, funcionarios y usuarios, familiares y amigos de Vidart, y representantes del Centro de Fotografía.


Héroes invisibles que quedaron inmortalizados en sus negativos de gelatina y plata

A continuación, compartimos una reseña del curador Pablo Bielli: "Vidart se enamoraba de los seres antes de retratarlos, hurgaba en sus mundos íntimos, en sus vidas privadas, sentía la necesidad de conocer con antelación a los héroes invisibles que quedarían inmortalizados en sus negativos de gelatina y plata.

Como casi toda su producción, esta selección de fotografías está hecha con la clásica película Tri-X que marcó a una generación de fotógrafos.

Vidart vivió los procesos de creación a un ritmo muy personal; su dinámica y técnica fueron coherentes con su forma de pensar y sentir. Su afición por el proceso analógico -con sus consabidos contados disparos y posterior incertidumbre sobre la imagen latente- valorizaba el acto fotográfico otorgando a cada fotograma una preciada significación.

El Bocha, como le decían sus amigos, indagó sobre los personajes que habitan en la capital y en los rincones del Uruguay profundo: figuritas de un álbum olvidado y postergado. Desde los comienzos su conexión con la fotografía estuvo ligada a la exploración y reconocimiento de su territorio, construyendo una narrativa a partir de la sumatoria de muchas pequeñas historias.

A fines de los noventa empezó a sistematizar el hábito de la escritura para después amalgamar imágenes con textos. Investigó y caminó por una estética cargada de poesía visual, mezclando elementos gráficos directamente relacionados con la copia -los velos del papel y la película- con la caligrafía, la tinta china. Estas experimentaciones nos permiten acercarnos más al fotógrafo y su universo personal.

Sus fotos conllevan una estética casual en cuanto a forma y contenido, logrando una síntesis espontánea, desestructurada y libre. Como el mismísimo Bocha".

Biografía

Jorge Vidart nació en Sauce, Canelones en el año 1950. Su padre era odontólogo y amante de la fotografía, por lo que su recuerdo más preciado de niño era el olor a químicos que salía de la piecita donde el doctor revelaba las placas de sus pacientes.

Su primer trabajo profesional fue como fotógrafo de sociales cuando compró la vieja casa de fotografía a la vuelta de su casa.

En 1976 fue detenido por la dictadura y permaneció como preso político hasta 1981. A su salida, se integró al diario La Hora, donde comenzó su carrera como fotoperiodista.

En los años ochenta, viajó a Nicaragua donde realizó un reportaje a la revolución sandinista y junto con Eduardo Galeano publicó Nicaragua Nicaragüita, un libro de fotos para deshojar.

En los inicios de la década de 1990 trabajó en el diario La República y como fotógrafo freelance para medios y agencias internacionales, e impartiendo clases de fotografía.

En 1999 se radicó en Paraguay, donde trabajó en medios locales, dio talleres de fotografía y comenzó a realizar fotografías más experimentales, mezclándolas con la palabra y otras técnicas.

En el 2010, junto al corresponsal de la agencia Associated Press (AP), Jorge Sáenz, publicó 400, un libro sobre la tragedia del incendio del supermercado paraguayo, Ycuá Bolaños.

En el año 2011 decidió volver de forma permanente al Uruguay, donde tenía su laboratorio y siguió con la fotografía analógica.

El 6 de agosto de 2018, como en su propia poesía, Jorge escaló finalmente el "gran médano de arena" para mojar su cuerpo y su alma en el océano, y junto a él abrió su cámara, a pesar del viento de arena.


Fuentes: ASSE y Centro de Fotografía de la IM

 

 



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