Inicio | Contenidos | Institucional | Noticias

Centro Psicosocial Pando: Acompañar un proyecto de vida

Con una población de 50 usuarios, este centro diurno es el único en su tipo para todo el departamento de Canelones, atendiendo el proceso terapéutico de personas con trastornos mentales severos.

La casa recibe a los invitados con un lienzo en blanco, pronto para dejar un mensaje o un recuerdo. Sobre la pared cuelgan las fotos de los usuarios y trabajadores del Centro en 12 hileras, una por cada mes, avisando que en noviembre habrá muchos festejos de cumpleaños. En la sala contigua se prepara el proyector para la exhibir cortos hechos en el taller de teatro.

Los usuarios van llegando de a poco y se reúnen en el fondo, donde el solcito de octubre invita a armar una ronda que arranca con música y canto. La Camisa Negra y Depende son parte de un repertorio donde todos participan tomando un instrumento y sumando su voz. Más cerca está el taller de pintura, donde José sigue dando forma a una nueva creación. Un poco más lejos unas brillantes flores amarillas le dan lucimiento a la huerta comunitaria. Es viernes 10, Día Mundial de la Salud Mental. Y el Centro Diurno de Pando recibe a los familiares de los usuarios para compartir un día especial, con una muestra de las actividades que realizan allí.

El equipo de salud del Centro Psicosocial está coordinado por la psicóloga Alejandra Sappa. Allí trabajan de lunes a viernes en horario extendido con pacientes con trastornos de salud mental mayores de 18 años. Es el único en todo Canelones, por lo que reciben a usuarios de todo el departamento. También asisten personas que residen en la Casa de Medio Camino ubicada a una cuadra.

Las personas fueron derivadas allí tras un diagnóstico a cargo de técnicos en salud mental de las policlínicas especializadas o directamente después de una internación, de forma de darle continuidad y complementación al tratamiento psicofarmacológico establecido. Todo forma parte de un dispositivo de atención en salud mental que trabaja sobre un modelo no asilar y que apunta a planes individuales para el tratamiento de cada persona y apoyar el desarrollo de su proyecto de vida, con el objetivo de lograr el egreso, fortaleciendo aspectos como la autoestima o la autogestión.

Sappa explica que el Centro Diurno "no es el final" de ese proceso de atención, ya que se busca sostener a cada persona para que trabaje, estudie y desarrolle su vida. Agrega que en muchos casos hay condicionantes como la situación social y económica o la falta de referentes familiares. Si bien este Centro es un lugar de contención y de trabajo en equipo, se busca que los usuarios no lo vean como el lugar para quedarse, sino como el cierre de una etapa. Agrega que ese egreso cuesta y no siempre es fácil resolver ese "hacia dónde". Sin embargo, sostiene que este modelo trabaja desde la salud y no sobre la enfermedad: "Vienen acá, pero se trabaja para el afuera. Está comprobado que al venir se evitan las internaciones. Hay un acompañamiento en todas las áreas. Por eso es fundamental trabajar desde un modelo de salud integral, social y comunitario. Todo aquello que cuida de la salud mental es sostenernos: un amigo, un familiar, un apoyo, un lugar para hacer ejercicio, un espacio para la parte artística -que se fomenta acá mucho con la pintura, la música, el teatro-, son todas herramientas que ayudan a las personas a mantener la estabilidad, a generar estrategias, más allá de las cosas de la vida que sabemos que nos van pasando a todos".

Las actividades abarcan talleres de pintura, teatro, música, huerta, habilidades sociales, estimulación cognitiva y karate hasta tareas de extensión con el Hospital de Pando, donde los usuarios crearon una huerta comunitaria. En el Hospital también se exhiben cuadros y creaciones artísticas que realizan en los talleres. También hay actividades programadas en la Plaza de Deportes y en el Centro Cultural de la Intendencia.

Entre los usuarios, Ana destaca el taller de plástica y el de radio como sus actividades preferidas. Alisson se entusiasma con la propuesta de teatro y los paseos, así como la posibilidad de tener ámbitos grupales para hablar y "desahogarse". José, quien cursó estudios de Bellas Artes, valora los espacios de dibujo y pintura. Y también la contención que se crea con sus pares y con el equipo de salud. Para Alejandra Sappa, cada avance de los usuarios genera mucha satisfacción: "No es fácil. Del otro lado no todos tienen familia o referentes. Así que desde este lugar estamos dando ese apoyo. Cada caso es bien diferente".